América del Sur
La chacarera, ritmo y danza tradicional de Argentina, toma su nombre del vocablo “chacarero”, trabajador de una “chacra”, maizal en quichua santiagueño. Aunque su origen es difícil de determinar se ha asociado a la fundación de la ciudad de Santiago del Estero y a los esclavos africanos que traían los conquistadores españoles por el Camino Real de Lima. En el camino los esclavos cogerían troncos y animales muertos para hacer los primeros bombos. Hoy en día el bombo legüero, con el que se toca la chacarera, se fabrica excavando un tronco de palo borracho (Ceiba speciosa), conocido también como árbol de la lana, y presente en Doramas. Además de para bombos, su madera se usa entre otras cosas para la construcción de barcas.
Antes de la “invención” de América, troncos a la deriva provenientes de especies desconocidas llegaban a las costas portuguesas, propiciando preguntas sobre que habría más allá. ¿Ocurriría lo mismo en la otra orilla con especies africanas o canarias?
Troncos horadados -sonando o flotando- dieron durante largo tiempo la medida del alcance y difusión de ciertas culturas antiguas, cuya influencia se desplegaba hasta donde permitía el tránsito de sus barcas o hasta donde llegaba el sonido del mensajes de sus tambores.
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Con las primeras naves transoceánicas, auténticos bosques flotantes, el trasiego por el Mare Nostrum se extendió al mar océano propiciando así un encuentro radical entre culturas lejanas. A partir de entonces Canarias adquiere una posición estratégica entre Europa, África y América. Por entonces su octava isla deja de ser un espejismo, San Borondón, para encarnarse, por ejemplo, en Venezuela; donde todo canario tiene o ha tenido un familiar viviendo y donde se cultiva la caña de azúcar y la platanera al ritmo de los chimbángueles.
Los tambores chimbángueles y su intrincada polirritmia, son los protagonistas del ritual en honor a San Benito de Palermo que tiene lugar en distintas poblaciones del sur del lago de Maracaibo. San Benito, patrón de Palermo, también conocido como “el Moro”, era hijo de negros esclavos manumisos, término que se aplicaba en la antigua Roma a los esclavos que alcanzan la libertad. En el ritual se sincretizan elementos culturales de las culturas africanas trasplantadas a esta región por el régimen esclavista colonial con elementos de raíz hispánica. El cuerpo de los siete tambores del chimbánguele se construye con la madera de un árbol denominado lano o balso, de la familia de la chorisia.